Óxido de zinc >
Grados: Norkem comercializa una extensa gama de grados (en polvo y granular) que
comprenden desde el grado de consumo animal hasta productos aptos para aplicaciones
farmacéuticas.
Embalaje: el producto está disponible en bolsas grandes de 25 kg y 1000 kg netos y en
camiones cisterna. Se pueden preparar presentaciones a medida en caso necesario.
Disponibilidad: suele estar en existencias.
Material: el óxido de zinc es un compuesto químico inorgánico en forma de polvo de color
blanco. Insoluble en agua pero soluble en ácidos, puede producirse a través de tres
procesos de fabricación diferentes: indirecto (francés), directo (americano) y un proceso
químico húmedo.
El método indirecto consiste en fundir el metal de zinc, vaporizarlo llevándolo a ebullición y,
por último, oxidarlo para producir óxido de zinc. Para producir óxido de zinc con el método
directo, antes deben reducirse con carbón las materias primas que contienen zinc para
generar vapor de zinc. A continuación, el resultado se oxida a través de la combustión del
aire para dar lugar al óxido de zinc. En la tercera opción, el proceso químico húmedo, los
residuos de zinc se disuelven en ácido sulfúrico para producir una solución de sulfato de
zinc. A esta solución se le añade hidróxido sódico para purificarla. Este proceso produce la
precipitación del hidróxido de cinc, el cual se somete a un proceso de secado para generar
óxido de zinc.
Los principales mercados para el óxido de zinc son la fabricación de neumáticos y goma,
cerámicas, pinturas, fertilizantes y piensos para animales.
El óxido de zinc también se utiliza ampliamente en la industria farmacéutica y médica. Es
uno de los componentes habituales de la cinta quirúrgica gracias a que es capaz de
mantener la adherencia durante mucho tiempo. Delicada con la piel y fácil de rasgar,
contribuye a evitar infecciones. Los atletas utilizan habitualmente este tipo de cinta para
prevenir lesiones en los tejidos blandos.
El óxido de zinc se emplea muy a menudo en los protectores solares para aumentar su
capacidad de protección, ya que destaca por su gran capacidad de bloquear los rayos UVA
y UVB. Y, lo que es muy importante, es hipoalergénico. El óxido de zinc también se puede
encontrar en otras lociones, cremas y pomadas, incluidas aquellas que ayudan a curar las
quemaduras. Se emplea frecuentemente en el tratamiento de afecciones cutáneas como
eczema, sarpullido del pañal, caspa y dermatitis.
En el sector cerámico, el óxido de zinc es fundamental para fabricar barnices. Si se incluye
óxido de zinc en la mezcla, mejora la elasticidad del barniz y disminuye el punto de fusión.
Estas características proporcionan un acabado más liso y disminuyen los riesgos de rotura.