Por una casualidad del destino, el nombre que recibe el ácido fórmico es especialmente apropiado. A pesar de que este fuera acuñado a partir de la palabra latina para «hormiga» por el naturalista del siglo XVII John Ray al «descubrirlo» mientras investigaba por qué las picaduras de hormiga eran tan dolorosas.
desde que se aisló por primera vez, el ácido fórmico ha demostrado ser una verdadera hormiga obrera entre los productos químicos industriales. El ácido fórmico destaca en campos como la agricultura, la fabricación de tejidos, la producción de medicamentos y el procesamiento general de productos químicos como una de las sustancias más versátiles y trabajadoras, y su producción a nivel mundial ha alcanzado las 870 kilotoneladas actuales y sigue creciendo.
En Norkem, también hemos notado una demanda cada vez mayor por parte de clientes de todo el mundo. El incremento de las ventas del ácido fórmico puro —al igual que las de compuestos como el formato de calcio y el formato de sodio— nos ha llevado a aumentar los stocks de todos los productos relacionados.
El ácido fórmico es el más simple de los ácidos carboxílicos, una familia de compuestos orgánicos formados a partir de un grupo carbonilo de doble enlace (C=O) y un grupo hidroxilo (OH). Los ácidos carboxílicos se clasifican como ácidos débiles y son muy reactivos. Además, desempeñan un papel fundamental en la biología en la formación los aminoácidos y las proteínas.
Además de las hormigas, muchos otros insectos producen ácido fórmico de manera natural como mecanismo de defensa. Para fabricarlo de manera sintética se aplica ácido sulfúrico al formato de sodio, o se utiliza una reacción catalítica entre el monóxido de carbono y un alcohol.
Uno de los usos más antiguos y conocidos del ácido fórmico es en la industria del curtido de cuero, donde se utiliza para pretratar el cuero y eliminar sus impurezas antes de que empiece el proceso de curtido propiamente dicho. También se utiliza como agente reductor para teñir tejidos, ya que ayuda a fijar los tintes a las telas e impedir que los colores se deslaven o destiñan rápidamente, además de como ingrediente en los procesos de acabado.
En la agricultura, el ácido fórmico se utiliza ampliamente como fungicida para proteger los cultivos y se añade al ensilado para prevenir también el crecimiento de hongos y mejorar la fermentación, mejorando su perfil nutricional. También se utiliza como conservante en los piensos animales.
Otros usos del ácido fórmico incluyen su empleo como coagulante en la producción de caucho, como agente de limpieza común en equipos industriales y como descalcificador. También se utiliza en la apicultura para controlar los ácaros.
Suministramos ácido fórmico en una amplia gama de formas y compuestos, desde la concentración al 85 % más comúnmente utilizada hasta formulaciones más específicas para diferentes aplicaciones. Póngase en contacto con nuestro equipo de ventas para indicarle sus necesidades y ver con qué productos y cantidades podemos ayudarle.