El cáñamo se ha cultivado tradicionalmente como fuente de fibra, a partir de la cual se pueden fabricar todo tipo de cosas como tela, papel y cuerda.
En los últimos tiempos, sin embargo, existe un interés cada vez mayor en utilizar el cáñamo como materia prima para la producción de alimentos destinados a la comercialización. Las semillas del cáñamo contienen unos altos niveles de proteínas y nutrientes y pueden procesarse para obtener productos como harina, aceite, sustitutos de la leche sin lactosa y proteína en polvo.
Una de las mayores ventajas del cáñamo como fuente de alimentos es que se trata de una planta muy resistente y de rápido crecimiento. Además, el cáñamo también puede cultivarse a escala comercial sin los efectos secundarios negativos sobre el medio ambiente asociados con otros cultivos.
En pocas palabras, los científicos y los ingenieros agrónomos están cada vez más de acuerdo en que el cáñamo representa una fuente sostenible y saludable de alimentos que puede mejorar la seguridad alimentaria y ayudar a alcanzar los objetivos relacionados con el cambio climático al mismo tiempo.
Como cultivo, el cáñamo presenta una serie de cualidades que lo hacen extremadamente respetuoso con el medio ambiente. A diferencia de otros cultivos en masa que requieren enormes cantidades de agua —como el arroz, la soja y el trigo—, el cáñamo solo requiere unas cantidades moderadas de agua para crecer. Ante el uso de hasta un 70 % del suministro de agua dulce del mundo por parte de la agricultura, el aumento del uso de cultivos que exijan unos métodos de irrigación menos intensivos es un factor crítico para evitar la escasez de agua.
Además, la naturaleza resistente del cáñamo lo hace especialmente tolerante ante plagas y enfermedades y no necesita suelos muy ricos en nutrientes para producir grandes cosechas. Esto no solo le permite prosperar en diferentes entornos y climas, sino que también significa que puede cultivarse sin utilizar grandes cantidades de pesticidas y fertilizantes, lo que reduce la contaminación química.
Además de sus impresionantes características ecológicas como cultivo comercial, el cáñamo presenta otra importante cualidad que lo hace muy recomendable como fuente de alimentos ecológicos: el alto contenido en proteínas de sus semillas. De hecho, las semillas del cáñamo son una de las pocas fuentes de proteína «completas» de origen vegetal, lo que quiere decir que contienen los nueve aminoácidos esenciales (es decir, los que el cuerpo humano no puede fabricar y tiene que obtener a través de la dieta).
Esto coloca a las semillas de cáñamo entre los primeros puestos de la lista de las llamadas fuentes de proteínas «alternativas», es decir alternativas vegetales a la carne. Un reciente informe ha puesto de relieve que, aunque la ganadería origina el 14,5 % de las emisiones de carbono a nivel global, las fuentes de proteínas alternativas vegetales como el cáñamo generan hasta un 93 % menos de gases de efecto invernadero.
Ante el convencimiento cada vez mayor de la necesidad de reducir el consumo de carne como fuente de proteínas si queremos cumplir los objetivos globales de carbono, el cáñamo representa una opción resistente y productiva que combina un alto valor nutricional con un bajo impacto medioambiental.
Las semillas del cáñamo contienen también altos niveles de los ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6. La proporción ideal según los estudios es de tres a uno y, cuando es así, estos ácidos grasos ayudan a alcanzar unos niveles saludables de colesterol y un buen funcionamiento del sistema inmunitario, y pueden ayudar a regular el metabolismo.
Norkem suministra proteína de cáñamo y otros productos derivados del cáñamo, incluyendo harina de cáñamo, semillas de cáñamo integrales, semillas de cáñamo sin cáscara y semillas de cáñamo prensadas en frío. Obtenemos todo nuestro cáñamo de una cooperativa de granjas británicas que cuentan con la certificación del estándar Red Tractor en su producción. Póngase en contacto con nosotros aquí para obtener más información de nuestra gama de productos para el sector de la alimentación y las bebidas.