En Norkem, estamos orgullosos de ser un proveedor líder de productos químicos, nutrientes y suplementos para asegurarnos de poder suministrarle todo aquello que pueda necesitar su industria. Un sector que se ha visto especialmente sometido a grandes cambios en los últimos años es el de la nutrición, debido a que cada vez se presta más atención a que los alimentos y bebidas sean más saludables y nutritivos y contengan menos azúcares y sales.
Un reciente estudio llevado a cabo en el Reino Unido ha concluido con una propuesta para implantar un «Impuesto sobre el azúcar y la sal» con el fin de abordar las altas tasas actuales de obesidad del país, que (de tener éxito) se traduciría en una tasa y, por lo tanto, un incremento del precio tanto para el fabricante como para el comprador. La gama de alternativas al azúcar de Norkem permite a los fabricantes de todo el mundo mantener unos bajos niveles de azúcar y calorías, conservando el sabor de sus productos, además de alargar su caducidad.
El «impuesto sobre el azúcar y la sal» propuesto se aplicaría los alimentos con altos niveles de azúcar y sal con el fin de mejorar la salud nacional y garantizar que se adopten responsabilidades en la fabricación, la venta y el consumo de productos que tengan un alto contenido de azúcar y sal. El último informe sobre nutrición en el Reino Unido, elaborado a raíz de una investigación dirigida por el empresario Henry Dimbleby, reveló que aumentar estos impuestos podía ampliar el suministro gratuito de comidas escolares, y fomentar la adopción de mejores dietas entre las personas que viven en o por debajo del umbral de la pobreza.
Los nuevos tipos impositivos recomendados se sitúan en 3 libras esterlinas por kg para el azúcar y 6 libras esterlinas por kg para la sal cuando los productos se vendan al por mayor para su uso en alimentos procesados o para su uso en restaurantes comerciales y empresas de restauración. Por supuesto, para aquellos que compren al por mayor (así como para el usuario final), esta propuesta de subida de impuestos representaría un gran aumento del coste de estos dos ingredientes fundamentales.
Los resultados de esta propuesta podrían suponer una recaudación de 3400 millones de libras esterlinas al año, según los cálculos del equipo que dirige la revisión, así como una reducción general del consumo de calorías por persona de entre 15 y 38 kcal al día.
El psicólogo y asesor del gobierno David Halpern explicó que un impuesto sobre la sal y el azúcar podría tener un doble resultado sobre el comportamiento, afectando tanto en la práctica como de manera inconsciente a la fabricación y la compra de alimentos azucarados o salados. De hecho, este impuesto es comparable a la tasa sobre el azúcar de los refrescos de abril de 2018, que hizo que muchos fabricantes eliminaran el azúcar de sus productos mediante la reformulación de la composición de los mismos. Esta reformulación tuvo como resultado el mantenimiento del sector y las ventas de productos, aunque el consumo de azúcar en refrescos se redujo en un 30 %. ¿Podría ser este entonces el resultado del impuesto sobre el azúcar y la sal propuesto? ¿Cómo pueden los fabricantes reducir el contenido de azúcar de los alimentos sin afectar al sabor?
¡Aquí es donde interviene la gama de edulcorantes de Norkem! Productos como el GOFOS, la sucralosa y el Ace K permiten a los fabricantes de alimentos mantener el sabor dulce de sus productos (y por lo tanto las ventas), pero reducen el contenido de azúcar y el contenido calórico general de estos.
El GOFOS, por ejemplo, es el nombre que reciben los fructooligosacáridos de cadena corta y es la gama de edulcorantes solubles a base de remolacha de Norkem, que mejora las cualidades nutricionales de un producto (como la fibra) y alarga su caducidad, al tiempo que reduce el contenido de azúcar y el valor calórico general. Norkem, además, tiene una gama adicional de edulcorantes, entre los que se incluyen la sucralosa, el Ace K, el aspartamo y la sacarina de sodio, los cuales proporcionan el mismo sabor dulce alternativo sin aumentar el contenido de azúcar de un alimento.
Gracias al uso de estas alternativas al azúcar, los fabricantes de alimentos y bebidas pueden reformular sus productos para que tengan el mismo sabor y un menor contenido de azúcar, lo cual sería beneficioso tanto para las finanzas de la empresa como para la salud de sus consumidores.